El pasado 6 de diciembre en la ciudad de Montevideo, en el marco de la Cumbre de Jefes de Estado del Mercosur y Estados Asociados, fue anunciada la conclusión de las negociaciones del acuerdo de asociación entre el Mercosur y la Unión Europea, luego de 25 años de idas y venidas. Así lo informaron de forma conjunta la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyer, el presidente argentino Javier Milei, Santiago Peña, presidente de Paraguay, Lula da Silva, presidente de Brasil y el presidente uruguayo Luis Lacalle Pou.

El acuerdo, que ahora entra en fase de revisión legal y traducción de los textos negociados, busca garantizar una estabilidad en las reglas de accesos a los mercados, al mismo tiempo que pretende evitar medidas discriminatorias o proteccionistas.

De acuerdo a lo informado por las autoridades la UE eliminará los aranceles al 92% de las importaciones provenientes de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, y los países pertenecientes al Mercosur harán lo propio suprimiendo aranceles al 91% de las importaciones que se realicen desde la Unión Europea.

Uno de los mayores interrogantes y principal foco de atención está dado por la implicancia que este acuerdo tendrá en lo que respecta a los productos agroindustriales, ya que en ambos lados del mundo habrá sectores que se beneficiarán y otros que probablemente se perjudiquen dada la apertura comercial.

Por el lado europeo el mayor rechazo viene dado por Francia, quienes se sienten fuertemente amenazados por lo que puede ser el ingreso de materias primas a precios más competitivos, lo que hará perder muchos puestos de trabajo en zonas rurales y afines al sector. Este foco de conflicto divide aguas de un lado y del otro, ya que si bien se busca una integración comercial y una apertura de libre comercio, las restricciones en cuanto a los volúmenes y aranceles en ciertos productos están presentes.

Desde la propia Unión Europea, y como respuesta a aquellos bloques internos opositores al acuerdo, sostienen que esta es una gran oportunidad para exportadores europeos puedan acceder a un mercado de 284 millones de potenciales consumidores de productos de alta calidad como por ejemplo vinos, quesos, chocolates y cerdo, que hoy se encuentran tributando elevados aranceles de importación. Al mismo tiempo protegerá a los productos de imitaciones o del uso de términos, símbolos o banderas que resulten engañosas en cuanto al lugar de procedencia.

Por el lado de los países del Mercosur, los principales beneficios en materia de agroproductos pueden estar dados por:

  • 99.000 toneladas de carne vacuna con un arancel del 7,5%.
  • 180.000 toneladas de carne avícola libre de aranceles.
  • 180.000 toneladas de azúcar libre de aranceles.
  • 450.000 toneladas de etanol libre de aranceles.
  • 45.000 toneladas de miel libre de aranceles.
  • 60.000 toneladas de arroz libre de aranceles.

Cabe aclarar que muchas de estás medidas se irán aplicando de forma forma gradual para llegar a un 0% de arancel en 5 años desde su implementación, y que solo serán aceptados aquellos productos “libres de deforestación” para fines del 2025.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *